Un deseo para 2022: Eliminar todas las barreras
Otro año termina y con su final llegan los momentos de reflexión, de balance y de deseos para el nuevo año. En Vilber lo tenemos claro, nuestro mayor deseo para el próximo año es seguir contribuyendo a lograr la accesibilidad universal aportando soluciones. Solo así, y con la ayuda de todos, lograremos avanzar hacia un mundo sin barreras donde cualquier persona puede hacer su vida normal dentro del hogar y fuera de él.
Todos los días del año las personas con movilidad reducida o que sufren alguna discapacidad que les obliga a desplazarse en silla de ruedas se encuentran con dificultades. Esos problemas pueden darse en calles, supermercados, edificios públicos o transportes, pero también en el propio domicilio. Esto se debe a la falta de accesibilidad que presentan algunos hogares y edificios públicos.
La realidad es que se trabaja para que esta situación se vea revertida, pero todavía contamos con muchos lugares que no tienen en cuenta que no todo el mundo tiene las mismas posibilidades a la hora de moverse. Nos estamos refiriendo a la existencia de esas barreras arquitectónicas que pueden llegar a impedir que un usuario pueda acceder o moverse por un espacio.
¿Por qué es necesario mejorar la accesibilidad?
Imagina que te encuentras un muro cada vez que quieres ir a tu cocina, o todos los días cuando llegas a trabajar. Esa es la sensación que padecen con frecuencia las personas con discapacidad, mayores o aquellas que sufren movilidad reducida. Para ellas, cualquier altura o escalera puede ser un mundo. Su día a día no es igual de fácil cuando existen estas barreras.
Por eso, cuando hablamos de edificios públicos, las intervenciones más usuales son la instalación de rampas o de dispositivos de elevación. Si se opta por una rampa es necesario garantizar que cuenta con una pendiente asumible, para que la persona pueda acceder sin problema. En cuanto a los dispositivos de elevación, existen diferentes alternativas.
Las plataformas salvaescaleras ayudan a salvar estas pequeñas alturas. Para alturas más considerables, existen elevadores funcionales y para los largos tramos de escaleras las sillas. Dentro del hogar, estas máquinas también son altamente recomendables. Las sillas salvaescaleras, por ejemplo, ayudan a las personas con falta de movilidad a desplazarse de una planta a otra sin esfuerzo.
En definitiva, la arquitectura de las calles y de las propias viviendas son un elemento clave para la accesibilidad. Por eso le pedimos al año nuevo lograr ese objetivo de vivir en un mundo más accesible. Donde todas y cada las personas que habitamos en él podamos acceder a todos los servicios públicos y a todos los hogares sin diferenciación.
Por un 2022 sin barreras. Feliz Año Nuevo desde Vilber.