¿El primer ascensor del mundo sin cables? La revolución magnética
Desde Elevadores Vilber siempre tenemos un ojo puesto en las innovaciones del mundo del ascensor. Hace unos años, fueron los ascensores que utilizaban la levitación magnética los que protagonizaron conversaciones dentro del sector. No era para menos: prescindían de cables, utilizando fuertes imanes que impulsaban al ascensor dentro del edificio. Y aunque la tecnología no se asentó, nos parece interesante repasar cómo funcionaban. ¡Vamos a ello!
Una revolución que no llegó a ser real
Se comenzaron a probar en 2016 por el grupo ThyssenKrupp: sobre el papel, prometían moverse dentro de un tubo a una velocidad de unos 5 metros por segundo. Esto suponía, claro, reducir el tiempo de espera y el tamaño que ocupaban los ascensores dentro del edificio.
Todo esto, en otras palabras, conseguía trasladar una tecnología propia de los trenes a los edificios; el ascensor dejaba de estar limitado por el movimiento vertical, a pasar a moverse horizontalmente.
Y, aunque la tecnología ya debería estar disponible, dejamos de tener noticias sobre estos ascensores. Quizá el precio de ponerlos en marcha o el coste de fabricación fueron actores protagonistas para entender por qué su uso no se ha generalizado. Sí que llegamos a ver, no obstante, su aplicación en la Torre de Luz (Aufzugstestturm), situada en Rottweil, Alemania. Se invirtieron 200 millones para la creación de un péndulo de 240 toneladas que, cuando se activaba, hacía que el edificio oscilara medio metro a cada lado; además, dentro del edificio había 12 tubos que probaban la tecnología de estos nuevos ascensores.
¿Veremos algún día esta tecnología en más edificios? Hay un dato que nos hace pensar que sí: los cables de los ascensores actuales tienen un límite de 500 metros; si los edificios siguen creciendo en altura, habrá que proponer nuevas soluciones. Si una de ellas es o no la levitación magnética, sólo lo dirá el tiempo.