El 63% de los edificios no son accesibles de la calle al portal
La Fundación Mutua de Propietarios ha lanzado recientemente uno de sus informes sobre accesibilidad llamado ‘Accesibilidad, elemento clave de la vivienda’ . Un estudio centrado en analizar dichas viviendas desde el punto de vista de la accesibilidad, poniendo en relieve una serie de datos interesantes.
Así, una de las conclusiones que se desprenden es que en nuestro país existen 98 millones de edificios destinados a viviendas ubicadas en bloque. Del total de este tipo de viviendas, un 63% no es accesible de la calle al portal. Es decir, más de la mitad de los edificios de pisos ya carecen de una solución para que las personas con movilidad reducida pueden entrar desde la calle.
Pero los datos señalan también que, del total de los edificios señalados, sólo el 28% cuentan con una rampa y el 22% carece de ascensor. El tramo de acceso a un inmueble es el primer paso para acceder al hogar. Para las personas que se mueven en silla de ruedas o que no pueden subir escaleras, encontrarse con una primera barrera arquitectónica ya en el momento de entrar a sus viviendas es un problema.
Otra conclusión importante del informe es que dos de cada diez personas con movilidad reducida se han visto obligadas a cambiar de domicilio porque la que era su residencia en un determinado momento, no era lo suficientemente accesible. El estudio realizado por la Fundación Mutua de propietarios es una fotografía sobre el estado de la accesibilidad en nuestras viviendas y edificios.
SOLUCIONES DE ACCESIBILIDAD PARA EDIFICIOS
El mundo debe ir acercándose poco a poco a la accesibilidad universal y, dicha accesibilidad, comienza en los propios hogares. Mejorar la vida de las personas que sufren movilidad reducida, ya sea por edad o por cualquier discapacidad que precise el uso de una silla de ruedas, es imprescindible para su autonomía y también para su autoestima.
Ante el problema de la existencia de tanto edificio no adaptado, la tecnología ha avanzado hasta alcanzar soluciones que garanticen la movilidad de estas personas. Unas soluciones que se adaptan al propio edificio y a sus necesidades. Por un lado, las plataformas elevadoras son pequeños ascensores en donde la persona puede salvar la altura de las escaleras de entrada. Otra opción son las sillas salvaescaleras, que pueden subir a una persona sin esfuerzo cualquier tramo de escaleras que lleve hasta el portal.
Estas opciones son más que soluciones de elevación, significan el aumento de la autonomía de una persona con discapacidad o con falta de movilidad; una mejor de su vida diaria que empieza en el acceso a su propia casa. Esto es, además, un respiro para las personas que cuidan de ellas, que pueden seguir realizando su labor con la seguridad de que una altura no será una barrera y se salvará con toda la seguridad.